martes, 26 de abril de 2011

CAPÍTULO XXVIII. HISTORIA DE DOROTEA


Comienza el narrador aludiendo a las razones estilísticas de ensartar junto a las aventuras de don Quijote, los cuentos y episodios que se dan en el libro, para el entretenimiento del lector. 
Las aflicciones que oyeron don Quijote, Sancho y el Cura provenía de una persona que estaba muy cerca de allí, lavándose los pies en un arroyo. Se estaba lamentando de su desgracia, diciendo que obtendría más recompensa del silencio de las montañas que de ningún hombre a quien le pudiera contar las quejas que tenía.

El joven en cuestión iba vestido de labrador y llevaba puesto una montera. Cuando se la quitó dejó esparcir una larga melena rubia. Por la finura de los pies ya habían advertido que se trataba de una mujer. Pronto se percataron de su belleza, que para Cardenio sólo era comparable a la de Luscinda. Al darse cuenta de la presencia de ellos, quiso huir, pero el cura se le acercó y cogiéndola de la mano le dijo que le contase lo que le ocurría, “pues ningún mal puede fatigar tanto que rehúya de no escuchar siquiera el consejo que con buena intención se le da al que lo padece. Así que contadnos vuestra buena o mala suerte que en nosotros hallaréis quien os ayude a sentir vuestras desgracias.” Oído lo anterior, y dado que se habían dado cuenta de que era una mujer a la que algo grave le había pasado, pues estaba sola y vestida de hombre en un lugar como ese, Dorotea contó su historia, diciendo que sus padres eran vasallos, en Andalucía, de un duque de los que llaman “grandes” en España.  Dicho señor tenía dos hijos: el mayor, heredero de su estado y el menor, don Fernando, traidor y embustero. Ella provenía de unos padres, labradores, cristianos viejos, honrados y virtuosos. Se dedicaba a controlar la hacienda y en los ratos libres, leía libros piadosos y tocaba el arpa porque la experiencia le mostraba “que la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu”. Ella, que solamente salía acompañada de su madre y unas criadas para ir a misa, fue vista por don Fernando que inmediatamente se enamoró de ella. Se lo comunicó con múltiples cartas, sin que ella diese respuesta, lo exteriorizó con músicas y verbenas en su calle. Todo ello se volvía en contra de él, no porque no le agradaban las alabanzas, pues “por feas que seamos las mujeres, siempre nos da gusto oír que nos llamen hermosas”, sino por la honestidad y por seguir los consejos de sus padres.

Supo don Fernando que sus padres quisieron casarla. Una noche, estando ella en su habitación, se encontró a don Fernando. No tuvo fuerza para gritar, él la sujetó y “empezó a decirme tales razones, que no sé cómo es posible que tenga tanta habilidad la mentira, que las sepa componer de modo que parezcan verdaderas”. El lloraba; ella no se ablandaba, pues solamente se entregaría a su legítimo esposo. Le prometió serlo él y le dio palabra de que quería ser su marido. Le advirtió que se fijase bien en lo que hacía, porque “nunca los desiguales casamientos se gozan ni duran  en aquel gusto con que se comienzan,”; él continuó con su intento, “así como el que no piensa pagar, que al concertar de la barata, (al hacer un contrato fraudulento) no repara en inconvenientes”. Allí, poniendo por testigo una imagen de La Virgen y en presencia de una criada suya, dejó de ser doncella, una vez que su criada se marchó. Al día siguiente, don Fernando se fue, “porque, después de cumplido aquello que el apetito pide, el mayor gusto que puede venir es apartarse de donde le alcanzaron”.


Por la misma criada que la traicionó cuando metió a don Fernando en su casa, supo después que este se había casado con una hermosa mujer llamada Luscinda; al enterarse, se vistió de muchacho y se fue en busca de don Fernando. Cuando llegó al pueblo supo que Luscinda, por una nota que don Fernando le encontró en el pecho, se había casado por obediencia a sus padres, pues ella le había dado el sí a Cardenio. Don Fernando la quiso matar porque consideraba que Luscinda se había burlado de él. Supo también Dorotea que Luscinda se había marchado de la ciudad. Trató Dorotea de encontrar a don Fernando, pero no lo consiguió. Su fracaso, por haber sido engañada, la llevaron a ocultarse en aquellas montañas.

Cuando salió de su casa se hizo acompañar por un criado suyo. Quiso abusar de ella y lo arrojó por un precipicio. Trabajó como pastor para un ganadero que mostró también lascivos deseos, razón por la cual lo dejó, resignándose a vivir sola en aquellas montañas.





Comentario

Las novelas intercaladas en El Quijote, y esta es una de ellas, han recibido diferentes valoraciones por parte de la crítica. Para unos, tal es el caso de Salvador de Madariaga, en Guía del lector del Quijote, son un añadido innecesario. Es más, dice Madariaga, que en tanto que se apartan de la trama, dan a entender un cansancio por parte de Cervantes. Opina Madariaga que los distintos episodios, “se me antoja “relleno” de autor cansado.”

Otros críticos sí que le dan un significado a estas historias dentro del libro. Tal es el caso del catedrático de la Universidad de Cambridge e ilustre cervantista Anthony Close, en  Los episodios del Quijote. Analiza el autor el concepto de episodio en la novela renacentista. Los episodios son “ornamento virtuosista, cuento ornamental divergente, paréntesis elocuente y didáctico”.  En definitiva se trata de añadidos que los autores van realizando en lo que cuentan para darle más variedad a su obra.

Cervantes, en la primera parte del Quijote cuando va intercalando episodios y este es uno de ellos, opta por un sistema coordinativo. El autor “desenchufa” de lo que está contando para introducir una historia que tiene cierta relación, en este caso temática y causal, con el tema de la novela.
Las anteriores palabras de Dorotea sobre el cínico comportamiento de Fernando son ostensibles del afán de Cervantes por dejar constancia del matrimonio secreto, o por juramento en España. Como muy bien explica el Catedrático de la Complutense  Lucía Mejía en La plenitud de Cervantes "Fue práctica habitual desde el siglo XII hasta el Concilio de Trento (1545-1563) el matrimonio secreto o clandestino, o por juramento como una institución que fue habitual y legal en la España medieval y en los primeros decenios del siglo XVI, tanto en España, Francia, Alemania o Italia. El matrimonio se hacía efectivo con todas las de la ley, con solo el consentimiento del esposo. Sin más testigos, sin más ceremonias...a pesar de que a partir de 1563, esta costumbre y modo ancestral de matrimonio ya no era vigente ni era permitido y aceptado por la Iglesia, lo cierto es que seguía siendo práctica común. Dorotea es un buen ejemplo literario de la pervivencia del matrimonio secreto en papel"

Lo anterior, era propio de la forma de narrar anterior a Cervantes. La novedad que él aporta, consiste en lo heterogéneo de los elementos coordinados. Cervantes va enlazando todos los tipos de novelas anteriores a él, -pastoriles, sentimentales, bizantinas...-, con aventuras cómicas, propias de la parodia caballeresca que es el libro.
El profesor F. Rico, una de las máximas autoridades actuales sobre Cervantes, lo explica así: "Era idea ampliamente compartida en la época "que la variación hace la naturaleza" y a las artes llegar a la plenitud "de gusto y belleza" (Cervantes, Pedro de Urdemalas). De acuerdo con tal criterio, la Primera parte del Quijote intercala en la historia del protagonista, y más o menos enlazados con ella, los cuentos y episodios de Grisóstomo y Marcela(11-14), Cardenio  y Dorotea (23-24, 27-29, 36),  buscando siempre la alternancia de temas y de modalidades literarias (pastoril, sentimental, de aventuras, etc. del mismo modo que se procura la variedad en los lances de don Quijote y Sancho.". Don Quijote de la Mancha.  

El escritor Alberto Sánchez comenta este capítulo, poniendo el acento en el comportamiento de Dorotea, una mujer activa y enérgica,  frente a Cardenio y la pasividad de Luscinda. Cuando Dorotea se entera de la felonía de don Fernando, no se queda en su pueblo, sino que va a la ciudad en a buscar al libertino traidor. Los padres de Dorotea creen que ha sido raptada y ofrecen un premio a quien la rescate. Dorotea se siente avergonzada y se retira a la montaña, donde la  encuentran el cura don Quijote y Sancho  










3 comentarios:

  1. 👎muy malo eso no es lo que queria saber maloooooo👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎👎aplausos por lo mala👏👏👏👏

    ResponderEliminar
  2. No mentira es muy bueno solo era por joder me sorprendio estaves aplausos por lo bueno👏👏👏👏👏👏👏👏👏🤘🤘🤘🤘🤘👌👍👍

    ResponderEliminar
  3. me encanto me emociono me sorprendio 🎈🍔🚓💖

    ResponderEliminar