Don
Quijote, muy contento, al verse armado caballero, dejó la venta pensando que, de acuerdo con el ventero, tenía que volver a
su casa, coger dinero y buscar un escudero. Pensó en un labrador vecino suyo, que era pobre y con hijos.
Iba
don Quijote sobre Rocinante cuando oyó las voces de un muchacho llorando. Se
trataba de un pastor, Andrés, que, “desnudo de medio cuerpo arriba”, era azotado
por su amo, un rico labrador de buen talle. Este le pegaba porque, según decía, Andrés no guardaba bien el rebaño y le
desaparecían las ovejas; sin embargo, el muchacho comentó que el dueño decía
esto para evitar tener que pagarle lo que le debía. Don Quijote, oído lo
anterior, y después de haber visto una lanza que tenía el labrador arrimada a una encina (la presencia de la lanza y la montura del labrador hacen que don Quijote lo confunda con un caballero) y. pensando que el labrador le estaba mintiendo. (Decirle a alguien que le está mintiendo era una gran ofensa, por lo tanto don Quijote se siente ofendido), le ordenó que lo desatara y le pagara lo que le debía. Hizo la cuenta don
Quijote y ésta ascendía a setenta y tres reales. Andrés Haldudo, que así se
llamaba el labrador, contestó que se los pagaría y aún sahumados ( mejorados) El pastor le
dijo a don Quijote que no se fiara de Haldudo. Don Quijote contestó que cada
uno es hijo de sus obras, no del nombre que lleva. Una vez que se hubo marchado
don Quijote, Haldudo volvió a azotar al muchacho, de tal manera que lo dejó casi muerto.
Don
Quijote continuó camino de su aldea, acordándose de Dulcinea, a la cual le
ofreció el mérito de lo que acababa de realizar ( La primera empresa de don Quijote responde al propósito de "deshacer agravios y enderezar tuertos")
Llegado
a un cruce de caminos, se dejó ir por donde Rocinante quiso, éste se dirigió a
su cuadra. Iba pensando en Dulcinea
cuando aparecieron un grupo de comerciantes toledanos que se dirigían a Murcia, (esta ciudad era en la época la principal productora de tejidos de seda de la Península), a comprar seda. Pronto se plantó delante de ellos y" a imitación de los pasos" (pasos de armas consistían en interceptar el acceso a un lugar determinado y retar a combate a quien quisiera pasar) que había leído en los libros de caballerías, con lanza en ristre, les pidió
que reconocieran a Dulcinea como
Emperatriz de la Mancha y mujer más hermosa del mundo. Uno de ellos,
dándose cuenta del personaje, le contestó que le enseñara un retrato y si tal
era, de inmediato lo reconocería. Lo mismo le contestó otro de los que iban, pues
si les enseñaba un retrato, por pequeño que fuese y dado que por el hilo se saca el ovillo (por la muestra o principio de algo, se puede conocer el resto. ), rápidamente
lo reconocerían, aunque fuese fea y tuerta. Don Quijote que oyó lo anterior,
arremetió contra ellos, pero Rocinante tropezó y cayó al suelo. Los mercaderes
siguieron su camino, mas don Quijote los increpó llamándoles “ruin canalla y
gente miserables”. Oído esto por un mozo de los que iban, dándose cuenta de
cómo estaba don Quijote, cogió la lanza, la rompió y descargó toda su cólera
sobre el caballero y le dio tantos palos que lo molió como cibera (lo dejó hecho harina)
Do
Quijote no se podía levantar, mas no por eso dejó de comprender que lo que le
había ocurrido era propio de caballeros andantes.
Comentario
Después
de la ceremonia de ser armado caballero, don Quijote, siguiendo los consejos
del ventero, regresa a su casa a buscar todo lo que le faltaba, especialmente
un escudero. Pensó en contratar a “un labrador vecino suyo que era pobre y con
hijos, pero muy a propósito para el oficio escuderil de la caballería”. Como
observa Casalduero, “con esta frase irónica, dentro siempre de la nota
generalizadora de la época, se presenta completa la figura de Sancho.
De
camino a su aldea, tiene lugar la
segunda aventura: impedir que el labrador Juan Haldudo siga abusando
físicamente de otro más débil, su criado y pastor Andrés. Don Quijote intervino
de inmediato y, como juez, dictó
sentencia. Andrés alabó su intervención, calificándolo de “buen caballero” y de
“valeroso y buen juez”. El episodio ha servido para opinar sobre la justicia en
la obra. Algunos de los planteamientos más significativos que encuentro son:
a)
El artículo del catedrático de derecho de la Universidad de Cartagena (Colombia), Mario Alano di Filipo: La justicia en el Quijote. El autor
sostiene la tesis de que al ser don Quijote un personaje fuera de la realidad
de su época, quiere practicar la justicia; a pesar de sus buenos propósitos, arregla los
conflictos de una forma inadecuada. Lo único que consigue es lo contrario de lo
que busca, pues es sabido que cuando se marchó don Quijote, Haldudo volvió a
azotar a Andrés y, como dice Cervantes, cuando lo desató, “él (Andrés) se
partió llorando y su amo se quedó riendo…Y de esta manera deshizo el agravio el
valeroso don Quijote.”
b) Enrique Vivó de Undabarrena, profesor de derecho canónigo en la UNED, en Cervantes y su vocación por el Derecho,
estima que al ver a un hombre más fuerte abusar físicamente de otro más débil,
don Quijote toma partido por este último para deshacer el “entuerto que se le
está haciendo al Derecho Natural”.
c)
Niceto Alcalá Zamora, jurista y Presidente de la Segunda República Española, en El pensamiento del Quijote visto por un abogado, destaca como punto
cardinal de la flaqueza judicial de don Quijote “la invasión constante de la
jurisdicción pública, serena e imparcial del Estado, por la débil y parcial
justicia privada”.
d)
Carlos Prat Westerlindh, catedrático de derecho penal, en La justicia en el Quijote, defiende la tesis de que Cervantes toma
como referencia en este capítulo “la justicia compensatoria e
igualitaria”. “Pretende compensar unos
agravios con otros, si bien considera que la parte más débil, aquella que ha
sufrido el daño físico, debe ser compensada económicamente. En este sentido,
los azotes, rechazados por don Quijote por la forma brutal y excesiva, compensan la deuda que tiene Andrés. Su
fallo, que lo ponga en libertad y que le abone el salario que le debe es “una
solución justa”…. “Del capítulo se extraen dos consecuencias: la primera se
refiere a la necesidad de que las sentencias no se queden en meras
declaraciones de intenciones (recuérdese que don Quijote, se fía de Juan
Haldudo cuando dice que le pagará a Andrés lo que le debe, cosa que no
cumplió); por lo tanto, para que la libertad sea garantizada, es imprescindible
que las sentencias sean ejecutables. La segunda consecuencia deriva del llamado
principio de exclusividad, es decir de la necesidad de unos Jueces y Tribunales
imparciales”.
e)
Otra interpretación de este capítulo la podemos
realizar desde los planteamientos del cervantista y catedrático de la Universidad de la Florida Daniel Eisemberg en La interpretación Cervantina del Quijote. Sobre el humor en el
libro sostiene el autor que es muy posible que Cervantes creyera que “el humor
surge del contraste entre lo que ocurre y lo que el lector piensa que sería lo
adecuado”. Con su intervención, don
Quijote consigue todo lo contrario de lo que pretendía.
El catedrático de Literatura Española de la Universidad de Pisa, Giuseppe Di Stefano, cuando comenta este capítulo pone el foco en:
a) Don Quijote fue investido caballero en el capítulo anterior por un maestro de pícaros, conocedor de los lugares de peor fama de España; no es de extrañar que don Quijote en su imaginación piense reparar "agravios", sinrazones" y "abusos" que se encuentre en su camino. saliéndole todas sus aventuras al revés de lo que pretende. Aplica la ley de caballería a Juan Haldudo ordenándole que deje de azotar a Andrés y le abone su salario; Haldudo promete que lo hará. pero más adelante en I, 31 nos encontramos con el fracaso de la intervención de don Quijote: don Quijote no salvó a Andrés de la paliza, sino que acrecentó su daño, tanto es así que Andrés no desea cruzarse más con su auxiliador;
b) Se encuentra con unos mercaderes, considera que tiene delante una nueva aventura y aplica los "pasos de armas" que había leído en los libros de caballerías, pero termina "molido como cibera"
c) De todo lo anterior se puede concluir que don Quijote ha fracasado en todo lo que se ha propuesto, provocando la risa en el lector y la reflexión. sobre el tema de fondo: "la regresión onírica ridiculiza al individuo y perjudica a la comunidad al entorpecer la lectura de sus signos, que son inevitablemente los solos reales, aunque no sean siempre ejemplares"
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ResponderEliminarmuy bien explicado
ResponderEliminarComo se llama el hombre de la venta ?
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ResponderEliminarEl hombre de la venta es el ventero, presentado en el cap.2. I como "el huésped", que significa tanto al que se aloja en casa ajena como al amo de la venta o posada. En este mismo capítulo nos dice que "era andaluz, y de los de la playa de Sanlúcar. No menos ladrón que Caco, ni menos maleante que estudiante de paje". Otros venteros que aparecen en la obra son: a) Juan Palomeque "el zurdo", I, 16, 17, 32-46; b) el de la venta donde hicieron noche don Quijote y Sancho en su camino a Zaragoza, que cambiaron por Barcelona. Si te interesa la figura del ventero, te sugiero que leas el relato de Duque de Rivas en http://www.biblioteca.org.ar/libros/70566.pdf
ResponderEliminarQue bienintencionada mas desafortunada intervención, a los ojos del pobre Andrés...
ResponderEliminarbuscar pronombres personales, forma verbales y expresiónes que Andrés, don Quijote y sancho panza emplean en sus primeras intervenciones para dirigirse a sus interlocutores ( el encuentro de don quijote con el joven Andrés )
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarTraduz para o português para que mais pessoas posam ler
ResponderEliminarEstou de acordo.
ResponderEliminarExiste un extraordinario lienzo de esta aventura de los mercaderes del ilustre pintor José Moreno Carbonero
ResponderEliminarInteresante. Gracias
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